Es el núcleo primitivo en torno al cual se fue formando la actual población de Los Molares. Data de principios del siglo XIV, cuando el rey Fernando IV concede el lugar a Lope Gutiérrez de Toledo (1310), como premio a su actuación en la batalla de Algeciras. Después de la muerte de Lope Gutiérrez, su hijo, de igual nombre, solicita a la Corona media legua más en torno al castillo que ya se había construido, así como el poder establecer el mayorazgo de sus bienes y aplicar privilegios para los nuevos pobladores que se establecieran en torno a dicha fortaleza. En 1336 el rey Alfonso XI realiza estas concesiones o “mercedes” mediante la correspondiente carta puebla.
Desde 1430 pertenece a la familia Ribera, tradicionales Adelantados Mayores de Andalucía. Éstos serán duques de Alcalá y más tarde se unirán al ducado de Medinaceli.
El poeta sevillano Baltasar del Alcázar fue alcaide del castillo y juez de la villa unos 15 ó 16 años (1569-1584). Aquí compuso algunos de sus poemas más conocidos, como el poema A la fiesta de Toros en Los Molares, una de las primeras crónicas taurinas, y que dedicó al nacimiento de la hija de los duques.
En el siglo XIX, con la disolución del régimen señorial, la posesión del castillo pasa por varias manos. A finales del siglo lo compra el utrerano D. Enrique de la Cuadra, quien lo somete a un intenso proceso de restauración, que desgraciadamente le imprime una serie de deformaciones idealizadas propias de la época.
El siglo XX significará la división de su estructura en varias propiedades, y un reaprovechamiento para albergar distintas estancias municipales.
De estilo mudéjar, pero reformada a finales del siglo XVIII y mediados del XX.
La iglesia de Sta. Marta puede datar de mediados del siglo XV, cuando la familia Ribera adquiere la villa. Sin embargo, su apariencia actual se debe a las reformas de que fue objeto en el siglo XVIII, debido a su lamentable estado de conservación. En los años 40 del siglo XX se construyó la torre, y posteriormente se renovó la solería y se le dio un aspecto acorde con los tiempos del Concilio Vaticano II. Recientemente ha recuperado parte de su apariencia primitiva.
Al norte del casco urbano de Los Molares se encuentra una importante necrópolis de época prehistórica, que con más de 5.500 años de antigüedad, supera ampliamente a otros conjuntos megalíticos de la provincia.
El dolmen de Cañada Real (Cañada Real I) fue descubierto en 1968, mientras se realizaban los cimientos para construir unas casas al final de la calle Prolongación Palomar (actual calle Dolmen). Fue excavado por el insigne profesor D. Juan de Mata Carriazo, quien destacó la rareza de su planta. Actualmente se encuentra soterrado bajo unos árboles, si bien está prevista su recuperación y puesta en valor.
En el verano de 1980, tras unas tareas de remoción de tierras en la finca El Palomar, a tan sólo 100 metros al NW del dolmen de Cañada Real, apareció el dolmen de El Palomar. Fue excavado por el Museo Arqueológico de Sevilla. Este monumento se encuentra en peor estado que el anterior, habiendo perdido toda su cubierta y parte de los ortostatos laterales. Sin embargo, también está prevista su señalización, coincidiendo con los recientes trabajos arqueológicos emprendidos en la zona y, tal vez, su restauración y puesta en valor.
Ambos dólmenes excavados son del tipo denominado “de galería”. Tienen planta en L, un modelo muy poco frecuente, también conocido como “de corredor acodado”. Ambos se orientan al este.
Esta torre-fortaleza data del siglo XIV, al igual que el castillo. Actualmente se encuentra dentro del término municipal de Los Molares, pero originariamente formaron distintos núcleos de población. El permiso para construir esta torre-fortaleza fue concedido por el rey Alfonso XI a Alvar García de Illas, con el propósito de propiciar el poblamiento. Se le otorga media legua de término y unas condiciones similares a las de su vecino Lope Gutiérrez. En 1344 se amplía en otra media legua. Sin embargo, la afluencia de pobladores será escasa, y pronto se convertirá en un despoblado, en beneficio de las poblaciones cercanas.
Esta fuente data, al menos, del siglo XVI. Se sitúa al pie de una vía pecuaria que parte hacia la cañada de Morón. Su importancia rebasa el uso como abrevadero para el ganado, y desde antiguo se destacó su bondad para el consumo humano:
“Ay en esta villa una fuente, que llaman de la Higuera, de la mejor agua, que ay en todo este distrito, de que se aprovechan, no solos los vezinos de Molares, sino toda la gente regalada de la villa de Utrera, y se lleva a Sevilla, y el Excelentísimo Duque de Alcalá su dueño, la haze llevar, dondequiera que siempre asiste, y assí se la llevaron a Cataluña, siendo Virrey de aquella Provincia, y oy se la llevan hasta Nápoles, y della haze algunos presentes a Príncipes de Italia: y digo esto, porque no sé si se lee otro exemplo en esta materia.”
(Rodrigo CARO. Antigüedades, y principado de la ilustríssima ciudad de Sevilla. Sevilla: Andrés Grande, 1634 (Libro III. fol. 188)).
“Todas las aguas que tiene este pueblo son buenas y especialmente las de la fuente de la Higuera, que subsiste en el mismo ser y estado que estaba en los principios [...], muy saludable, muy delgada y fina y la llevan a Utrera con mucha frecuencia todos los poderosos y personas de gusto y aun para los enfermos, todos los que pueden costearlo.”
(Tomás LÓPEZ. Biblioteca Nacional. Ms. 7306 (Sevilla). [Respuesta de Francisco de Aguilar, cura párroco de Los Molares.]).
El Juncal es una zona de ocio a modo de parque periurbano situada a unos 2 Kms. de la localidad. Tiene aproximadamente 5 hectareas de extensión de eucaliptal y cuenta con muchas especies caracteristicas de monte bajo mediterranio como son romero, taraje, tomillo... A la entrada del recinto encontramos una construcción a modo de arco de estilo regionalista andaluz y varios anexos con cubierta de tejas y paredes encaladas.
Entre los molareños es conocida como “la ermita”, ya que allí hace parada oficial la carreta de Ntra. Sra. de Fátima en el día de su Romería, muy conocida en toda la comarca.
Este lugar cuenta, entre otros servicios, con bancos y mesas para pasar el día, así como con barbacoas de construcción.
Código | Denominación | Valoración |
410630001 | El Pescozal VI | Calcolítico. Pequeño poblado Protohistoria. Pequeño asentamiento rural turdetano o necrópolis |
410630002 | El Amarguillo II | Calcolítico. Poblado |
410630003 | Los Molares. Necrópolis Megalítica | Neolítico. Necrópolis megalítica (dólmenes). Incluye los dólmenes Cañada Real I y El Palomar. |
410630004 | Fuentes | Protohistoria. Hábitat del Bronce Final Roma. Aglomeración rural, principios del Imperio hasta el s. V d. de C. |
410630005 | Torre del Bao | Protohistoria. Asentamiento rural turdetano Roma. Aglomeración rural entre el s. I a. de C. y el s. IV d. de C. Quizá también necrópolis del Bajo Imperio. Medieval. Asentamiento rural islámico y repoblación cristiana del s. XIV (torre). |
410630006 | El Tramposo | Protohistoria. Pequeño asentamiento turdetano Roma. Pequeña villa de época imperial Medieval. Necrópolis visigoda |
410630007 | El Cerro de San Pedro | Protohistoria. Necrópolis ibérica de incineración |
410630008 | Las Hinojosas | Protohistoria. Hábitat rural turdetano Roma. Pequeña villa imperial hasta el s. II d. de C. |
410630009 | Los Rodeos | Protohistoria. Desde el s. VII a. de C. hasta época romana (orientalizante y turdetano). Roma. Necrópolis, quizá relacionada con Los Molares Medieval. Necrópolis visigoda |
410630010 | El Cerro de las Pesetas | Protohistoria. Pequeño hábitat rural turdetano Roma. Pequeña villa imperial |
410630011 | El Pescozal VII | Protohistoria. Pequeño asentamiento rural turdetano Roma. Asentamiento rural desde comienzos del imperio hasta el s. IV d. de C. |
410630012 | El Sarro III | Protohistoria. Pequeño hábitat rural turdetano Roma. Villa rústica desde época republicana hasta el s. V d. de C. |
410630013 | La Muela | Roma. Importante villa, s. I d. de C.-s. IV d. de C. |
410630014 | La Fuentecilla | Roma. Importante villa, s. I-II d. de C.- s. V d. de C. |
410630015 | La Haza del Villar | Roma. Pequeña villa , 2.ª mitad del s. I d. de C.- finales del s. IV Medieval. Pequeño asentamiento rural islámico |
410630016 | El Sarro I | Roma. Villa rústica, s. I d. de C.-s. V |
410630017 | Sarro II | Roma. Pequeño asentamiento imperial |
410630018 | Los Molares | Roma. Aglomeración rural imperial, que incluye las zonas de La Horquilla y El Palomar |
410630024 | Cañada Real I | Neolítico. Monumento megalítico (dolmen) perteneciente a la Necrópolis Megalítica. |
410630025 | El Palomar | Neolítico. Monumento megalítico (dolmen) perteneciente a la Necrópolis Megalítica. |
Fuente principal: RUIZ DELGADO, Manuel M.ª. Carta arqueológica de la campiña sevillana. Zona Sureste I, Serie: Filosofía y Letras, núm. 80, Sevilla: Universidad, 1985.