Llevamos muchos años recibiendo y colaborando con esta modalidad deportiva tan peculiar como es el Correo Postal, porque nos parece muy importante no olvidar de donde venimos ni los medios que utilizaban nuestros antepasados.

El Correo Postal, como su propio nombre indica hace un pequeño homenaje a esos “jinetes carteros” y a sus caballos. Esta carrera, simula el transporte del correo postal desde Écija a Sanlúcar de Barrameda pasando por unos doce pueblos y de los cuales, Los Molares es meta de una etapa, y salida o principio de la siguiente etapa.

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Revisión veterinaria para comprobar que los

caballos están listos para iniciar la carrera.

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Llegada y preparación para la bajada de pulsaciones

Estos caballos no iban ni van a galope, puesto que la función principal de ellos era la de poseer la mayor resistencia posible para poder llegar a los mayores lugares y repartir el máximo correo en un día. Por ello, iban y van a trote.

El caballo ganador no es aquel que llegue a meta primero, sino el que llegue a meta en el tiempo permitido y recupere las pulsaciones exigidas en el menor tiempo posible.

Cuando llegan a meta se refrescan a los caballos para conseguir la bajada de pulsaciones lo antes posible, posteriormente entran vet- gate donde un juez comprueba que el caballo se recupera a las pulsaciones permitidas y a continuación el veterinario lo examina para comprobar que el caballo ha llegado en perfectas condiciones. Es sólo entonces, cuando se sale del vet-gate y se cuenta el tiempo que ha tardado desde que ha llegado hasta que ha salido del vet – gate. Tienen dos oportunidades para entrar en vat- gate, sin en alguna de esas oportunidades en caballo no supera las pruebas queda eliminado.

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